Una persona con baja autoestima suele ser alguien inseguro,
que desconfía de las propias facultades y no quiere tomar decisiones por miedo
a equivocarse. Además, necesita de la aprobación de los demás pues tiene muchos
complejos. Suele tener la imagen distorsionada de sí mismo, tanto a lo que se
refiere a rasgos físicos como de su valía personal o carácter. Todo esto le
produce un sentimiento de inferioridad y timidez a la hora de relacionarse con
otras personas. Le cuesta hacer amigos nuevos y está pendiente del qué dirán o
pensarán sobre él, pues tiene un miedo excesivo al rechazo, a ser juzgado mal y
a ser abandonado. La dependencia afectiva que posee es resultado de su
necesidad de aprobación, ya que no se quiere lo suficiente como para valorarse
positivamente.
Ésta infravaloración, también ocasiona inhibición de la
expresión de los sentimientos por miedo a no ser correspondidos; si algo
funciona mal en una relación de pareja o de amistad, la persona con falta de
autoestima creerá que la culpa de esto es suya, malinterpretando en muchas
ocasiones los hechos y la comunicación entre ambos. Se siente deprimido ante
cualquier frustración, se hunde cuando fracasa en sus empeños y por eso evita
hacer proyectos o los abandona a la primera dificultad importante o pequeño
fracaso”. Dicho de tal forma, una autoestima negativa afecta desde nuestras
relaciones interpersonales hasta nuestras aspiraciones profesionales por lo que
es importante identificar las características o síntomas de una persona con
autoestima baja. - “Desprecia sus
dones naturales; - Otras personas influyen en ella con facilidad; - Se frustra
fácilmente; - Se siente impotente; - Actúa a la defensiva; - Culpa a los demás
por sus debilidades”. De una manera muy explícita podemos observar por medio de
estos síntomas, que las actitudes que conllevan la existencia de una autoestima
en mal estado, son perjudiciales tanto para la persona que las presenta como
para las de su alrededor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario