Primero que todo debemos recordar, que nuestra autoestima es
el resultado de muchos factores. Muchas veces nos sentimos mal, pues nos parece
que nuestra forma de ser no es la mejor. Sin embargo, de esto nadie tiene la
culpa. Lo que debemos hacer es tratar de definir, con ayuda de otras personas,
las cosas que nos gustaría cambiar y comenzar a hacerlo. En segundo lugar,
debemos recordar, que las primeras felicitaciones por las cosas que hagamos
bien o por nuestros éxitos, debemos ser nosotros mismos. Reconocer nuestros
propios logros y aprender a conocerse y quererse, es básico para lograr que
nuestra autoestima interna sea fuerte y no debamos depender de tantas fuentes
externas (como amigos). Debemos reconocer el verdadero valor de las cosas que
suceden en nuestra vida.
Cuando una persona empieza a quererse más, los demás la
percibirán de inmediato, cuando se cambia la imagen que se tiene de sí mismo,
los otros lo verán con otros ojos. La autoestima es esencial para la
supervivencia, sin aquella la vida puede resultar penosa e insatisfactoria. La
autoestima se define como la imagen que se tiene de sí mismo y en ella influyen
considerablemente los padres. Para aumentarla, hay que empezar a alimentar el
alma a recuperar la serenidad y a perdonarse. Así, poco a poco, irá viendo cómo
crece la confianza en sí mismo. Si necesita buscar ayuda profesional hágalo
cuanto antes. Esto es muy saludable ya que será de mucha ayuda hablar de cómo
se siente consigo mismo y poco a poco ir cambiando esa crítica que se tiene por
uno mismo, porque el mayor critico es uno mismo y mientras uno no cambie la
forma de vernos y sentirnos nos afectaran demasiado las críticas de los demás,
con ayuda psicológica poco a poco se va saliendo adelante y se ira creyendo más
en uno mismo, en la etapa de la adolescencia es de mucha importancia la ayuda
de los padres.
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