En muchas ocasiones de nuestras vidas hemos padecido problemas, los
cuales nos han afectado psicológicamente y nos han dejado secuelas muy
importantes. Algunas de esas graves consecuencias han afectado nuestra forma de
pensar, vivir y también de vernos a nosotros mismos, cambiando nuestra autoestima y
haciéndonos sentir inferiores o incapaces de superar los obstáculos que la vida
nos pone a prueba. La autoestima puede ser definida como la valoración que
hacemos de nosotros mismos, ésta se va formando a lo largo de la vida,
principalmente en la etapa de la adolescencia. Tener una baja autoestima es
considera una distorsión del pensamiento, ósea, una forma de pensar que no es
correcta sobre su persona. Algunos de los pensamientos que componen la baja
autoestima son: autoacusación, razonamiento emocional, entre otros.
La autoestima se logra a lo largo de la vida, desde que somos pequeños y
durante nuestra adolescencia con un proceso muy largo, se empieza con las
fuentes externas: nuestros padres, familia y entorno, después se va generando
una la capacidad de tener una autoestima interna que esta reforzada por las
persona de nuestro alrededor como por las que nos pasa día con día, lo cual nos
afecta mucho cualquier cosa que nos pase día con día, lo que lleva a muchas
personas a tener una baja autoestima, esto sucede mucho en los adolescentes ya
que la autoestima está en desarrollo y no son tan fuertes Entonces cuando
sentimos que algo nos afecta, como una crítica de un amigo, tenemos dificultad
para analizar la situación, antes de decidir si nuestro amigo tiene razón o no,
y nos sentimos mal muy rápidamente. En la autoestima cuenta mucho el cómo nos
vemos, como nos sentimos con nosotros mismos, el aceptarnos tal y como somos,
el querernos etc. Podemos confiar en nuestras ideas y sentido común de una
forma clara y decidida, o podemos tener muchas dudas y sentirnos afectados
fácilmente por personas que no piensan igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario